Unos dragones de bronce con las frentes surcadas por sinuosas arrugas que se prolongan por el manto, custodian desde hace dos mil años las tumbas de los emperadores de la dinastía Han ( 206 a.c. ), fecha a la que se remonta la historia del shar-pei.
El Shar-pei vive desde hace siglos en las provincias de la costa meridional de China. Hace dos mil años era un perro que se destinaba a múltiples actividades. Los campesinos los utilizaban para cazar jabalíes, como perro pastor para custodiar a los rebaños y, sobre todo, como perro guardián de la casa del dueño.
En las regiones meridionales de China, desde cachorro, tenía que dar muestras de una inteligencia excepcional para las tareas asignadas, puesto que, de lo contrario, era sacrificado y su carne se destinaba al consumo humano.
Se calcula pues que el shar-pei es una de las razas más antiguas del mundo.
El nombre de Shar-pei deriva de dos ideogramas chinos: shu, que significa “arena”, y pei, que significa “piel” ( es decir, “piel de Arena” ), haciendo referencia a la textura especial de su pelaje; si se acaricia al perro a contrapelo parece como si se acariciara la arena. También se le relaciona con las dunas del desierto, con las que se identifican los pliegues del pelaje.
Los Shar-pei y los Chow-chow son los únicos perros que tienen la lengua azul. El Shar-pei nace con la lengua completamente rosada, pero a partir de la primera semana de vida esta empieza a cambiar de color. El cambio puede ser gradual, o bien pueden aparecer unas pequeñas manchas azules que van creciendo hasta cubrir toda la superficie de la lengua. Se dice que el perro amarillo chino y el phu quoc, o lebrel siamés, perros que hoy en día están extinguidos, también tenían la lengua azul.
El Shar-pei vive desde hace siglos en las provincias de la costa meridional de China. Hace dos mil años era un perro que se destinaba a múltiples actividades. Los campesinos los utilizaban para cazar jabalíes, como perro pastor para custodiar a los rebaños y, sobre todo, como perro guardián de la casa del dueño.
En las regiones meridionales de China, desde cachorro, tenía que dar muestras de una inteligencia excepcional para las tareas asignadas, puesto que, de lo contrario, era sacrificado y su carne se destinaba al consumo humano.
Se calcula pues que el shar-pei es una de las razas más antiguas del mundo.
El nombre de Shar-pei deriva de dos ideogramas chinos: shu, que significa “arena”, y pei, que significa “piel” ( es decir, “piel de Arena” ), haciendo referencia a la textura especial de su pelaje; si se acaricia al perro a contrapelo parece como si se acariciara la arena. También se le relaciona con las dunas del desierto, con las que se identifican los pliegues del pelaje.
Los Shar-pei y los Chow-chow son los únicos perros que tienen la lengua azul. El Shar-pei nace con la lengua completamente rosada, pero a partir de la primera semana de vida esta empieza a cambiar de color. El cambio puede ser gradual, o bien pueden aparecer unas pequeñas manchas azules que van creciendo hasta cubrir toda la superficie de la lengua. Se dice que el perro amarillo chino y el phu quoc, o lebrel siamés, perros que hoy en día están extinguidos, también tenían la lengua azul.
En la actualidad el shar-pei mantiene un estándar algo complejo de establecer. En 1974 tuvo una gran aceptación y difusión gozando de una gran popularidad. Existen hoy el Standard Americano, Standard Chino, Standard de Hong-Kong y el Standard Europeo.
Tanto en China como en el resto de los paises donde se ha difundido esta excepcional raza, el shar-pei es considerado un símbolo de buena suerte. Probablemente esta creencia está relacionada con sus orígenes: el shar-pei traía fortuna a quien había apostado por él. Se le tiene pues como perro amuleto.
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